Los ratitos de la ducha son magia. Te pueden cambiar el chip de un día entero de duro trabajo y prepararte para un rato de relajación en el sofá o directamente de sueño en la cama.
Siempre intento que los olores "bailen" en armonía en el baño y en la cama; si elijo dulces, que sea todo dulce. En este caso ha sido una ducha muy dulce :)
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