¿Os habéis parado a pensar alguna vez en lo importante que es el tiempo y de cómo lo afrontamos? Lo que viene siendo "cómo vivimos"...
Cuánta prisa tenemos en nuestro día a día, ¿verdad?. Cuántas cosas por hacer y cuántas cosas importantes sin estar ni apuntadas en la agenda...
Hace unos años trabajaba en una oficina donde, sin yo darme cuenta, llegué a implicarme de tal manera que varias noches me quedaba allí sola cenando mientras terminaba mis gestiones. Nadie me esperaba en casa y al final era lo que yo (pensaba que) quería. Estando allí, alguien se fue de mi vida para siempre por una enfermedad. Todo fue muy rápido y ella era demasiado joven para que aquello no me marcase bien fuerte... y así que comencé a mirar a mi alrededor y a darme cuenta de lo que estaba malgastando; a mí misma. Somos tiempo. El tiempo lo es todo.
Además de parecernos "bonitas", ¿analizamos todas esas frases positivas que inundan agendas, libretas y redes sociales? Estamos tan habituados ya a ellas que las hemos normalizado; ya no les damos valor, ya no les hacemos el caso que merecen...
Hay un texto que siempre me repito a mí misma cuando algo me pasa y voy a compartirlo con vosotros para que lo analicéis y lo aprovechéis de verdad:
"Imagínate que eres millonario. Tienes una verdadera fortuna; propiedades, joyas y todo aquello que puedas llegar a pensar que si tuvieses ahora mismo serías más feliz. Si un día te detectasen una enfermedad que va a matarte a corto plazo y tu única opción fuese dar todo lo que posees (material), lo darías todo, ¿verdad?.
Entonces, si ahora mismo tienes en tus manos la capacidad de vivir, de disfrutar, de reír a carcajadas, de rodearte de tu gente querida, de acariciar, de besar, de abrazar y de bailar... ¿por qué pierdes el tiempo?."
Compramos tiempo y vendemos tiempo. Cuando alguien enferma, paga lo que está en sus manos para ganar tiempo. Cuando alguien necesita el servicio de una cuidadora, compra su tiempo porque esa persona no dispone de más. Todo es el tiempo y ¿sabes cuál es la buena noticia? Que lo tienes en tus manos.
Y ahora, lee atentamente lo que voy a decirte... pero léelo bien, no como si fuese una frase más de agenda: VIVE. Vive porque es tu momento en esta historia. Estás aquí, en el ahora. Haz lo imposible para tener la vida que mereces. Pero ¡ojo! nadie regala nada en esta historia, así que empieza ya a ganártelo y a luchar por ello porque un día echarás de menos algo o a alguien y habrá sido culpa tuya.
¿Qué crees que deberías aprender a hacer para aprender a vivir? ¿Qué estás haciendo al respecto? Me encantaría leer vuestras respuestas.
Os recomiendo mucho este vídeo de Dani Rovira:
Gracias por tu visita, por tu comentario y por compartir este post si te apetece hacerlo.
