El milagro del propóleo en mi piel

Sí chic@s, para mí ha sido un milagro. Y es que cuando pasas años y años buscando "ALGO" que te solucione algún problema y por fin lo encuentras, no es sólo una simple solución, lo consideras un "milagro".

Desde mi adolescencia, siempre he tenido muchísimos problemas de acné que en aquella época se acentuaron muchísimo debido a los cambios hormonales y a la (quizás) mala alimentación típica que ocasiona el poder empezar a salir a comer fuera con tus amigos.

Con la edad, mi piel ha cambiado, pero de aquello han quedado muchos restos y marcas en mi piel. Lo que más me preocupa quizás no es eso, sino la facilidad con la que me siguen saliendo granitos en la cara, cuello, escote, espalda... y la sensibilidad constante que se manifiesta por medio de rojeces en mi piel.

Otro tema que también me preocupa constantemente es lo propensa que soy a sufrir herpes labiales. Si tengo una mala racha psicológica, si no duermo bien, si lloro por algún motivo, si me da mucho el sol, si me resfrío mínimamente, si estoy triste, si me llevo algún susto... hay mil motivos por los que mis herpes labiales "renacen" constantemente sin poderlo evitar.

Para combatir el acné, lo que mejor me había funcionado hasta ahora eran los productos que contuviesen aceite de árbol de té diariamente y las mascarillas con algún tipo de arcilla semanalmente. Sin embargo, para el tema de herpes, he probado DE TODO lo que un vecino, el médico, un amigo, tu abuela, tu tía, etc... te puede aconsejar; al final lo único que me funcionaba realmente es el Aciclovir (ó similares con la misma composición), una pomada en formato minúsculo (aunque precio no tanto) y de una caducidad bastante rápida, que venden en farmacias sin receta médica. Hasta que algunas personas me aconsejaron una misma "sustancia" para todo. Y desde entonces, el cambio ha sido más que evidente tanto en un tema como en el otro; el propóleo. 

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